El desafío de los mortales

ENTREVISTA

PERIODISTA: ¿Qué te llevó a escribir esta historia?

AUTORA: Lo hice para decir. En mí, la narrativa representa contar una historia que tenga una idea, un pensamiento que yo crea, íntimamente, que tiene que ser escrito. Si no hay nada que valga la pena o la risa contar, es mejor callar. Una historia debe hacer sentir y pensar al lector.

PERIODISTA: ¿Por qué la novela empieza con la frase Pensar la muerte es pensar la vida

AUTORA: Al pensar la muerte pensamos en nuestro final y tomamos conciencia de que somos pasajeros y es entonces cuando sentimos la necesidad de darle sentido a este viaje con fecha de partida y de llegada.

PERIODISTA: ¿No crees que referirse a la muerte como eje de la novela podría espantar al lector?

AUTORA: No. El lector, ustedes y yo convivimos con la muerte en la pantalla diaria, con la

Pandemia, es un número, una estadística. Pero la novela trata de las otras caras de la muerte, es otra versión. La historia muestra que hay otras formas de morir mientras seguimos vivos, hay otras muertes, y la propuesta es combatirlas, entonces ya se está hablando de la vida.

La muerte biológica es una certidumbre que no podemos derrotar. El desafío consiste en enfrentar a aquellas que van matando las esperanzas, la dignidad, la libertad, los proyectos, los sueños.

PERIODISTA: ¿Y cuál es la trama de la novela?

AUTORA: Un profesor de literatura, Salvatore, invita por internet, dispara en la web la pregunta: ¿Te animarías a anticiparte a la muerte?, y de esa manera, se abre el juego y los participantes entran con su propia historia a enfrentar al miedo, al olvido, al abandono, a la marginación, a la discriminación, a la violencia, a la intolerancia, a la desesperanza. Enemigos que matan algún pedacito de nosotros.

PERIODISTA: ¿Cómo se originó esta historia?

AUTORA: Fue en un acto de esperanza (porque adquirir un libro es un acto de esperanza). Compré la obra de Eduardo Fracchia "Apuntes para una filosofía de la resistencia" y el libro de Martha Bardaro "Filosofía y Poesía en Eduardo Fracchia". Dos ensayos en una noche.

Después de leerlos, quise transmitir esa filosofía a través de una novela. Fue un compromiso con esos dos escritores. 

Martha Bardaro afirma: "La Filosofía es algo tan vital como la vida misma, entonces ¿para qué convertirla en algo artificioso y rebuscado si podemos decir las verdades más profundas de manera sencilla?  Comprender a un maestro no es repetirlo, es prolongarlo", dice, citando a André Ligneul.  

PERIODISTA: ¿Crees que una novela con tintes filosóficos atrapará a los lectores?

AUTORA: Creo que el hombre seguirá preguntándose quién es, qué sentido tiene su vida, por los siglos de los siglos, más aún cuando lo bestial de nosotros sale a la calle todos los días y no sabemos adónde iremos a parar. Somos seres inconclusos que podemos construirnos y construir un nosotros.

PERIODISTA: ¿Crees que los jóvenes se sentirán atraídos por la historia?

AUTORA: Hay jóvenes que accionan en el relato. Puntomuerto es uno de ellos; un personaje anónimo y misterioso, de la Web, que puede atraerlos. Este libro es una forma de vencer al miedo y los jóvenes también lo tienen. Es para ellos. También hay suspenso.

PERIODISTA: ¿Qué es la escritura?

AUTORA: Un compromiso con la ética y la estética, y la manera más leal de ser quien soy.
Somos mitad figura, mitad expresión; sin la palabra, viviría a medias. O como dice un poema Si la poesía no me abrazara fugazmente y a su antojo sabría que estoy muerta

PERIODISTA: ¿Qué esperás que pase con este libro?

AUTORA: Que provoque un nuevo pensamiento, que estire de las pestañas del lector y le ayude a abrir los ojos para verse y para vernos. Con un segundo de reflexión y de conmoción estaría satisfecha, ¿qué pretenciosa, verdad? Pero los sueños son nuestros motores.

En este siglo, que nomino el siglo del absurdo, es necesario oír con los ojos, hay un intento de ceguera y aturdimiento severos.

Las palabras hacen ruido por todos lados, se nos vienen encima por los celulares, la Web, las redes sociales, la televisión, vienen amontonadas sin selección, falsas y verdaderas, vienen con imágenes que pegan fuerte y nos atontan, nos mienten, nos confunden y a veces con golpes bajos nos doblegan. 

Hay que resistir. Morir lo menos posible cada día.