Las carimbas del silencio
PERIODISTA: Te escuché decir que esta novela, galardonada por el Instituto de Cultura del Chaco, nace de un incendio, de la indignación, ¿podrías contarnos sobre eso?
AUTORA: Lo escribí impulsada por el horror al conocer la historia ocultada por la historia oficial.
"Si hay un libro que deseas leer, pero aún no ha sido escrito, deberías escribirlo", dijo Toni Morrison, la afroamericana Premio Nobel de Literatura 1993. Eso me sucedió cuando, en Santiago del Estero, visité un Museo itinerante, impulsado por la UNESCO, que mostraba La ruta del Esclavo en el Río de la Plata, la esclavitud en la Gobernación de Tucumán en épocas pre-colonial y colonial. Y entre otros sucesos contaba la quema de una parda en la plaza Libertad, a pocos metros de donde yo estaba.
Fue entonces cuando se gestó la necesidad de saber más y se inició el fuego de la indignación. ¿Por qué no nos contaron que en nuestra tierra quemamos esclavizados?
Del no-saber surgió la necesidad de estudiar y, en clave de novela compartir nuestro pasado esclavista, nuestro origen compuesto por originarios, africanos y europeos.
Entendí que saber nos ayuda a comprender nuestro presente mestizo y proyectar un futuro sin racismo, ni discriminación, ni intolerancia.
PERIODISTA: ¿Nos darías un adelanto acerca de las Carimbas del silencio?
AUTORA: La historia se desarrolla en el año 2012, en Argentina, una joven afrodescendiente, Oganga, es visitada en sueños por esclavos que van dejando marcas de fuego en su cuerpo. Su abuela se alarma y juntas buscan armar, con retazos de la historia silenciada, el rompecabezas que apague las llagas que ponen en peligro la vida de Oganga.
Sería mejor que ella lo cuente:
"Hola, soy Oganga, afrodescendiente y argentina. Me encontrarás en la novela para contarte la historia de nuestros ancestros robados del África y traídos a estas tierras, para contarte lo que sucedió con los esclavos, negros, pardos y morenos. Cómo nos desapareció la historia para blanquear la sociedad argentina.